Calidad en la comida, trato exquisito por parte de las camareras, cocineros y por Antonio. Las habitaciones sencillas pero súper limpias y muy cómodas. Todo lo que puede decir es en excelencia de este Hotel-Restaurante, y cada vez que nos escapamos de Madrid con seguridad que aterrizamos por allí, y siempre nos quedamos con ganas de volver.